Mallas de triple torsión
Los sistemas compuestos por malla de triple torsión pueden configurarse de diferente manera. En general son sistemas que retienen o dirigen pequeños desprendimientos de bloques rocosos, cuyo tamaño es superior a la del paso de la malla, y protegen el entorno del alcance de estos bloques.
Estos sistemas también pueden combinarse con sistemas de control de la erosión para mejorar las condiciones del terreno.
Malla de triple torsión tendida
La malla tendida o con contrapeso es una solución que no detiene la caída de material sino que la dirige a la base de talud. Las piedras se deslizan de forma controlada entre el talud y la malla, permaneciendo, de este modo, depositadas en la cuneta sin llegar a la calzada o a la vía.
Habitualmente actuamos a pie de carreteras y vías férreas. Los trabajos de instalación de cualquier tipo de malla metálica se llevan a cabo bajo las medidas de seguridad más estrictas y siempre por parte de equipos de operarios especializados en trabajos verticales.
Malla de triple torsión en embocadura
Los sistemas de malla en embocadura o portería se dimensionan para el control y direccionamiento de desprendimientos de magnitud moderada desde la coronación a la base del talud. Es una variante de la malla tendida convencional especialmente adecuada en zonas en las que la altura de la ladera, aguas arriba del talud afectado, es importante, a la vez que su orografía nos permite la interceptación de los desprendimientos que se originan.
Mediante la instalación de piquetas elevadas o postes ligeros se realiza la elevación de la cortina de malla, con ayuda del cable longitudinal de coronación, lo que permite que cualquier pequeño elemento rocoso después pueda ser interceptado y su caída dirigida hasta el pie del talud.
Desde el departamento técnico de Solutioma, asesoramos, dimensionamos y ejecutamos la solución más adecuada para garantizar los mejores resultados.
Mallas reforzadas
Los sistemas de mallas reforzadas combinan la instalación de una malla de triple torsión dispuesta sobre la superficie del talud, con la ejecución de anclajes de barra y la instalación de cableado de acero de refuerzo en disposición variable: horizontal, vertical y/o diagonal.
Es una técnica especialmente adecuada en zonas en las que se pueden originar desprendimientos superficiales, la potencia de los cuales no es elevada. El cableado dispuesto en la superficie actúa sobre el talud inmovilizando los posibles movimientos superficiales y transmitiendo al anclaje los esfuerzos recibidos. En cada caso puede dimensionarse el sistema de anclaje y cableado más adecuado, de manera que se adapte a las necesidades del terreno dentro del rango de acción de la malla reforzada.
En Solutioma dimensionamos y ejecutamos los sistemas de malla reforzada necesarios en cada caso, valorando las distintas alternativas posibles, siempre en busca de la optimización de los recursos.